Los vientos pueden alterar los aterrizajes
Una de las primeras señales de que el verano llegó está en el aire, ya que los fuertes vientos son evidentes. Quito es una de las ciudades donde se constata la fuerza de estas corrientes por la variación de presión, consecuencia de esta nueva estación, lo que representa un factor a ser tomado en cuenta para el aterrizaje de los aviones en el aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, de Tababela.
La estación seca: julio, agosto y septiembre conlleva a tener vientos fuertes. Aunque no es una regla general, al presentarse estos, los pasajeros pueden sentir la presencia de turbulencia minutos antes del aterrizaje, sin embargo esto no debe causar alarma porque los aviones están diseñados para soportar este tipo de fenómenos atmosféricos.
En ésta época es más común escuchar que los vuelos tengan aproximaciones frustradas. Esto se debe a que cuando los aviones descienden y giran para aterrizar pasan bastante cerca de la cordillera oriental y ésta produce vientos de montaña haciendo que el avión tenga movimientos bruscos.
Para las aproximaciones a la pista, a la hora del aterrizaje, se cuenta con sistemas especializados por lo que, si debido a las condiciones de turbulencia, el procedimiento no cumple con ciertos parámetros, los pilotos deberán, por seguridad, detener la aproximación e intentar el descenso nuevamente. Incluso en ocasiones se cambia el sentido del ingreso a la cabecera norte de la terminal aérea.
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Tame EP