En la actualidad la mujer ha ido expandiendo su rol en diversas áreas de la sociedad como trabajadora, profesional y madre a la vez. Este posicionamiento implica mucho esfuerzo y sacrificio. Existen varios oficios y profesiones que las mujeres ejercen y que las llenan de satisfacciones. En el mundo de la aviación existe una percepción especial:  ser parte de esta actividad es deleitarse viendo un enorme escenario donde desfilan diversas aeronaves guiadas por elegantes tripulaciones de vuelo (pilotos) y de cabina, integradas por madres profesionales de este medio, que emprenden vuelo dejando una parte de su corazón en tierra firme.

Pero la fuerza femenina que contribuye con la ejecución de estas actividades va más allá, cientos de madres trabajadoras hacen, desde su lugar de trabajo, que sea posible ver un avión acariciar los cielos. Mecánicas especialistas, agentes de handling, agentes de tráfico de pasajeros, jefas de aeropuerto, y personal administrativo son parte de esta amalgama perfecta que sincroniza las actividades de vuelo.

TAME EP cuenta con 408 mujeres, de las cuales 368 son madres de familia. Gracias a ellas la aerolínea de los ecuatorianos nos solo ayuda a acortar las fronteras nacionales e internacionales sino que permite que las mujeres puedan crecer profesionalmente cumpliendo funciones que las hacen felices.

Lucía Córdova Guevara es una valiosa colaboradora de TAME EP. Durante sus 21 años de servicio ha podido crecer profesionalmente, desempeñándose en varias áreas: Agente de Reservaciones, Agente de Ventas y, luego se preparó para ser Agente de Tráfico de Pasajeros, actividad que desarrolló por 9 años en el antiguo Aeropuerto Mariscal Sucre.
Sus ocupaciones laborales jamás impidieron su impulso por superarse hasta el punto de que combinó sus tiempos para graduarse como Técnico en Operaciones de Vuelo (TOV). Este título  le permitió acceder al cargo de Despachadora de Vuelo; su desempeño la hizo merecedora de ser una de las Supervisoras del Control Operacional de la compañía, puesto en el que labora actualmente.
Pertenecer al área operativa, “termina con el pensamiento errado de que la aviación es un mundo de hombres”, cuenta Lucía. “Las mujeres y más aún las madres que trabajamos en el aeropuerto, aportamos con mucha dedicación y pasión a la montaña que se necesita para que las bases de nuestra empresa sean sólidas y sus logros productivos”.
Lucía tiene dos hijos quienes son su inspiración. Recuerda el primer día que debía usar su uniforme de despachadora (terno negro, camisa blanca con palas y corbata negra). “Mi hijo pequeño me miró sorprendido y me preguntó  ¿Eres guardia y tienes pistola?, mientras buscaba en mi cintura si tenía un arma. Reímos a carcajadas y mi hijo mayor le contestó: “No, es despachadora de aviones, y eso es mejor que guardia”.
El privilegio de trabajar  en esta empresa y de ser parte de  su crecimiento y su renombre es uno de sus tantos motivos para agradecer. “Tame es mi hogar, mi casa y mi familia; mis hijos son mi vida”.

Sarita Samaniego Larrea, de 62 años, está a punto de culminar su etapa laboral en TAME EP, en donde ha trabajado 39 años. Se ha desempeñado en el área financiera con varios cargos y actualmente es asistente contable.
Sus compañeros hablan de ella con mucho cariño. Conocida por su carisma, solidaridad, sensibilidad y compañerismo sin dejar de lado su picardía, anécdotas y buen sentido del humor es una de las personas más conocidas de la aerolínea.
Sarita, como la conocen todos, tiene seis hijos: tres mujeres y tres varones. “He podido educar a mis hijos y nietos gracias al TAME EP. Mi familia me inspira a seguir adelante; me siento feliz al compartir las bendiciones del trabajo con ellos”.

Alrededor de TAME EP forjó su vida. Entre sus muchas anécdotas recuerda, entre risas, que en una de sus comisiones se trasladó al Aeropuerto de Baltra, en las Islas Galápagos, donde debió realizar un inventario de la estación. Su retorno debía ser el mismo día sin embargo, no puedo llegar a tiempo y solo alcanzó a ver despegar el avión. Su preocupación radicaba en que tenía prevista una reunión en el colegio de sus hijos. Su esposo, quien siempre fue su soporte, estaba listo para hacerse cargo de la situación y ella pudo disfrutar de un exquisito pescado de la región.

Para Geovanna Carrillo, Supervisora Tráfico Pasajeros de la Unidad de Negocios de Latacunga, trabajar en TAME EP es doblemente gratificante. Ella es mamá desde hace 7 años y su hija heredó la pasión por la aviación tanto que conoce de memoria los horarios de despegue de los aviones.
Su compromiso y amor por la empresa la llevó a aprender varias funciones. Cumple el cargo de Jefa de la Estación, ayuda a estacionar los aviones, conduce tractores, revisa tickets aéreos, asiste al embarque de los pasajeros y tiene muy buena relación con todos sus compañeros.
El cambio de vida incluyó un traslado a otra ciudad. “Con mi hija vivimos frente al aeropuerto por lo que ella puede mirar de cerca el despegue o el aterrizaje de los aviones; ella ya sabe las horas y por las imágenes conoce qué aeronave es la que está en la pista”.
Su vida laboral es un sacrificio que la llena de satisfacción, le ha permitido realizarse como profesional y cumplir con sus responsabilidades como madre; su diario vivir ha cultivado en su pequeña hija el amor por la aeronáutica. “Cuando sea grande quiere ser piloto y cuenta con todo mi apoyo”.

TAME EP, muestra su satisfacción al contar con un equipo de mujeres virtuosas con un potencial amplio, además de ser parte de este compromiso de equidad que permite una vinculación en las actividades aéreas al género femenino.

Realizado por: María Fernanda Muñoz

Gerencia de Comunicación y Relaciones Públicas