Guayaquil contagia su calidez al mundo
La majestuosidad del río Guayas es lo primero que salta a la vista de los viajeros cuando se acercan a la Perla del Pacífico. Desde el aire, la arquitectura mixta de la ciudad contrasta con las resplandecientes ondas que colisionan en el agua. Han pasado 480 años desde la fundación de Guayaquil, pero sus paisajes, su gente y su infraestructura siguen maravillando a personas de todo el planeta.
La sensación del ambiente cálido y la brisa liviana son lo primero que el visitante experimenta al salir del avión. Varios factores geográficos influyen para que Guayaquil tenga un clima costero único en el Ecuador, principalmente su ubicación en la zona ecuatorial y su proximidad con el Océano Pacífico.
Históricamente, las actividades comerciales se convirtieron en la principal fuente de desarrollo de la urbe, que en la actualidad es conocida -nacional e internacionalmente- como una capital de negocios por excelencia. Sin embargo, desde hace varios años, gracias a su riqueza patrimonial y cultural, la ciudad también se proyecta como un eje turístico indispensable para el país.
Guayaquil es una de las ciudades más importantes del Ecuador y de Latinoamérica. Se divide en 21 parroquias, la mayoría de ellas, ubicadas zonas llanas del territorio. No obstante, también existen zonas elevadas como los cerros Azul, San Eduardo, del Carmen y Santa Ana, que son icónicos en la geografía local.
Según el último censo nacional, la población supera los 2,3 millones de personas que, en su mayoría, habitan espacios urbanos. La sutileza y calidez del clima guayaquileño también se percibe en la jovialidad de sus habitantes.
En cada conversación, los guayaquileños transmiten orgullo por su identidad local y comparten con los interlocutores apreciaciones sobre la vida cotidiana, sobre su ciudad y su relación con el resto del país.
El desarrollo turístico de la Perla del Pacífico va de la mano con el mejoramiento progresivo de la infraestructura y los servicios básicos. En varios puntos de la ciudad se habla sobre la recuperación de espacios emblemáticos, la cual dotó a los barrios de una renovada estética sin que pierdan su esencia ni su capacidad de evocar momentos trascendentales en la historia del Ecuador.
La Plaza del Bicentenario, la Columna de los Próceres, la Plaza Olmedo y la Plaza Cívica son de los espacios que conmemoran el pasado del puerto y su sentido de libertad. Los museos de Barcelona y Emelec, de la Música Popular Julio Jaramillo Laurido y el Museo Antropológico de Arte Contemporáneo (MAAC), en cambio, hablan sobre las manifestaciones populares que, trascendiendo Guayaquil, se han arraigado en el imaginario colectivo de toda la nación.
Otras visitas indispensables son el Mercado Artesanal del Malecón, donde artesanos locales comercian accesorios en materiales como tagua, toquilla, cerámica, madera y cuero; y los parques acuáticos Isla Trinitaria, Viernes Santo o Puerto Liza, donde se pueden compartir refrescantes experiencias en familia.
Gerencia de Comunicación Social y Relaciones Públicas
Tame EP