Cuenca se remonta al pasado
Llegar a Cuenca permite a los viajeros conocer otras facetas de la arquitectura, la gastronomía y el lenguaje de los ecuatorianos. La capital de la provincia del Azuay, ubicada en la parte sur del país, es una interesante combinación de arte hispano incaico y moderno.
Su Centro Histórico es uno de los lugares imperdibles durante su visita a la ciudad. Las cúpulas de las iglesias, el parque central lleno de pinos gigantes y los restaurantes tradicionales forman una especie de circuito obligatorio para los recorridos turísticos.
Desde el cielo, los templos religiosos se ubican cual piezas de rompecabezas; en total son 16 y rodean el área urbana impregnando el panorama de vistosidad y encanto. No en vano la zona fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, en 1999.
La iglesia más antigua es El Sagrario, llamada también Catedral Vieja, que fue construida 10 años después de la fundación española de la ciudad, en 1557. La obra tiene como cimientos piedras labradas, traídas de las ruinas de la incásica Tomebamba y, actualmente funciona como museo de arte religioso.
La Catedral de la Inmaculada Concepción, conocida como la Catedral Nueva, combina varios estilos arquitectónicos. Se destacan las tres grandes cúpulas que están cubiertas con azulejos traídos desde Checoslovaquia. En su interior, el gran baldaquino de estilo barroco y columnas salomónicas, se asemeja al de la Basílica de San Pedro en El Vaticano y está completamente cubierto con pan de oro.
Complementando a los dos santuarios está el Raymipampa, que significa campo en fiesta y es el café restaurante emérito de la ciudad por su gastronomía y ubicación. La oferta incluye comida nacional e internacional, brindando una extensa variedad de platos a la carta.
Funciona desde 1933 y pese a los cambios necesarios, debido a los avances de la tecnología, en el lugar los tradicionales motes (pillo y sucio) representan a la cultura cuencana. Además se ofertan tamales, quimbolitos y chocolate caliente, entre otros platos.
El parque Calderón es el centro y corazón de Cuenca. Su nombre se debe que en la mitad está el monumento a Abdón Calderón (héroe de la Independencia, nativo de esta ciudad). Durante la presidencia de Luis Cordero Crespo se sembraron unas pequeñas plantas traídas de Chile pertenecientes a la especie de las araucarias; se aclimataron y se convirtieron en los enormes árboles que se observan en la plaza central.
Las tendencias en arte, gastronomía y nuevos oficios se toman los barrios y casas del Centro Histórico que tiene cerca de 200 hectáreas y está formado por la zona residencial más antigua.; sin embargo, los talleres de tejido de sombreros de paja toquilla, orfebrería, joyería, elaboración de instrumentos musicales, costura y bordado de trajes típicos mantienen su hegemonía.
Actualmente el turismo en Cuenca presenta nuevas opciones para visitar como casas antiguas remodeladas y convertidas en hoteles, lugares tradicionales que invitan a remontarse al pasado. Desde la calle Larga, tres atractivas escaleras de piedra conducen a la Av. 3 de Noviembre, que sigue la orilla norte del Río Tomebamba y lo convierte en un agradable paseo. La más grande es la magnífica escalera de La Escalinata.
Junto a la escalinata el Hotel Crespo muestra su compaginación con la ciudad. Con más de 60 años es un lugar inspirado en las costumbres tradicionales de hospitalidad de las casas de huéspedes de la ciudad.
El complemento perfecto a un recorrido por la historia de la capital azuaya es el “Café del Museo”, un sofisticado y acogedor espacio en donde se puede disfrutar de un delicioso aperitivo con una espectacular vista del barranco del río Tomebamba, en medio de los pintorescos árboles patrimoniales que son parte del jardín del museo.
Los sitios de hospedaje y alimentación son variados. En las afueras se pueden encontrar alternativas como casas de hacienda restauradas y convertidas en restaurantes y por supuesto hosterías.
La villa Ana María es un ejemplo de las nuevas ofertas hoteleras. Se trata de una antigua hacienda ubicada en el sector de Challuabamba que cuenta con áreas recreativas como el Parque, la Plazoleta los Eucaliptos, la Pizzería Ana María, la Chococafetería y la Casa del Chocolate, un concepto innovador en donde se podrá disfrutar del chocolate de la abuela y variados platos, durante todo el día.
Adicionalmente está el balcón escénico, en el que se puede compartir una relajante vista entre el Parque, la Villa y la Piazza. La Preli, un sitio creado para jóvenes entre los 17 y 25 años; la cava donde el visitante puede degustar de cualquier plato relacionado con el grill; la cava Josefina que cuenta la historia del desastre natural de la Josefina con fotos de la época de la casa sumergida en el agua; la cava Zoila, una tienda de licores y productos gourmet.
Este año la ciudad logró el título de ‘Mejor destino de vacaciones’, en los World Travel Awards (WTA), también conocidos como los Oscar del Turismo.
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Escrito por Dalia Montalvo
Gerencia de Comunicación y Relaciones Públicas
Tame EP
