Galápagos, encantos por descubrir.
Sobrevolar el inmenso mapa de agua que separa al Ecuador Continental de las Islas Galápagos inquieta y emociona. Aterrizar en el primer aeropuerto ecológico del mundo a bordo del avión de TAME EP da inicio a una aventura llena de experiencias novedosas y excitantes.
La Terminal Aérea Seymour, ubicada en la Isla de Baltra, abre las sensaciones de la cercanía con el medio ambiente. Una que otra iguana de colores que van entre el amarillo y el negro se cruza en el camino hacia la salida de la infraestructura que cuenta con una iluminación y ventilación naturales.
Desde el cielo se pueden observar los tres molinos eólicos ubicados estratégicamente en la zona del aeropuerto que, ya de cerca se asemejan a la figura construida por Miguel de Cervantes en su libro El Quijote de la Mancha. Las gigantescas estructuras proporcionan el 65% de energía renovable con la que funciona el aeropuerto. El resto (35%) se genera por los paneles fotovoltaicos instalados en las caminerías de la terminal.
El trayecto se inicia con el traslado hasta el canal que distancia a la isla Baltra de la isla Santa Cruz. En el camino también se pueden observar aves y especies propias de la zona por lo que los buses circulan a muy baja velocidad. Ya en el otro lado, las opciones son variadas: una camioneta, un bus o las van de los hoteles sirven de medios de transporte.
El olor a palo santo caracteriza el camino. Y es que los árboles y los arbustos de esta planta se integran al paisaje de vegetación seca que se destaca a los dos lados de la vía. Puerto Ayora se divisa desde lejos y está como en el punto final del trayecto. La ciudad es el paraje de partida de la mayor parte de destinos turísticos que ofrece la isla Santa Cruz.
La variedad de hoteles, ubicados en su mayoría en el centro y cerca del muelle, brindan la posibilidad de comparar precios y servicios. Precisamente en la zona se encuentran varios de los atractivos turísticos como el muelle de los pescadores en donde se consiguen las langostas (en temporada) y pescados como el pez brujo que se pueden mandar a preparar en los restaurantes cercanos.
El mercado artesanal adorna una de las salidas al mar y permite a los viajeros adquirir recuerdos, joyas y accesorios propios del lugar. Desde ahí se tiene una vista imponente del mar con las embarcaciones que se divisan a lo lejos como si se trataran de esconder del sol.
En medio de las opciones que tiene esta isla se vuelve imperdible la visita a la playa El Garrapatero. Su nombre se debe a que es el hábitat de un pequeño pájaro, considerado como invasor de otras especies que fue llevado al lugar para eliminar las garrapatas del ganado.
Para ingresar a la ribera, ubicada a 38 km de Puerto Ayora, se debe recorrer un camino rodeado de un bosque de árboles denominados manzanillo que, según los moradores, son altamente peligrosos por lo que está totalmente prohibido tocarlos.
Una de las sorpresas de esta senda está en poder observar el cambio de la vegetación. En un costado están los árboles secos y al frente se puede ver el verdor de los arbustos. Ya en la orilla del mar, la idea de realizar un deporte que llama la atención por su proximidad con la aventura y las emociones fuertes se hace realidad. La práctica del kayak va en aumento en las islas.
Detrás de la playa se encuentra una laguna donde están los flamingos, los patillos de cuello negro, los pinzones de Galápagos y algunas aves migratorias.
Como las iniciativas no paran y desarrollando una actividad que también está de moda en Galápagos se puede escoger un “full day” (tours de un día) en el que se visitan las islas que están cerca y que también ofrecen atractivos turísticos. Por ejemplo, el yate Narel, lo puede llevar a Bartolomé, la isla considerada como el origen geológico del archipiélago.
El islote es un volcán extinto y posee una variedad de suelos rojos, naranjas, verdes, negros y brillantes formaciones volcánicas. Y, aunque hay que subir 400 gradas para llegar a su cumbre, el esfuerzo vale la pena ya que la vista desde arriba es espectacular.
La mayor atracción del lugar es el “Pinnacle Rock”.
Esta es una enorme formación de lava negra que ha erosionado con el tiempo. Cerca de la roca se pueden ver también dos hermosas playas en forma de media luna. Este es el territorio perfecto para mirar a los pingüinos de Galápagos nadando en aguas tropicales. Observarlos es realmente extraordinario ya que no se los puede ver en ninguna otra parte del mundo que tenga un clima caliente.
Muy cerca de Bartolomé está la isla Santiago y su famosa Bahía de Sullivan que es fascinante e ideal para la práctica del snorkel. El agua cristalina permite mirar organismos invertebrados, incluyendo erizos, pulpos y estrellas de mar.
Durante el trayecto de ida y vuelta a las islas se pueden cruzar grupos de delfines que nadan y saltan junto al bote en donde hay varias alternativas de asientos: se puede ir en la parte de arriba, junto al capitán; en la proa, tomando el sol y con la vista del paisaje; dentro de la embarcación o, en la parte trasera (recomendada para las personas que se marean).
Los días terminan con hermosos atardeceres y las noches también ofrecen espacios para todos los gustos: hay discotecas, bares, restaurantes, calles para caminar, hoteles con piscinas o alejados del ruido de la ciudad para descansar.
Al final de la visita, la tripulación de TAME EP les espera en el aeropuerto para llevarlos o acercarlos a casa. Contamos con vuelos diarios; será un placer viajar con Ustedes!
Escrito por Dalia Montalvo, Fotografías: Dalia Montalvo y Abordo