Las islas Baltra y Santa Cruz, en Galápagos, se ubican frente con frente. En la primera se ubica el aeropuerto de Seymour y en la segunda está la ciudad de Puerto Ayora.
El personal de TAME EP que trabaja en la terminal aérea se traslada diariamente desde el centro poblado recorriendo cerca de 40 kilómetros. El encargado de llevarlos hasta el muelle del canal de Itabaca desde hace 31 años es Ramón Viterbo Salinas Franco.
Don Viterbo como lo conocen sus compañeros es un hombre tranquilo. Sonríe mientras recuerda sus inicios en la aerolínea ecuatoriana. “El servicio de buses nos lo daba el Ingala (Gobierno de Galápagos) y ahí íbamos todos. Si se dañaba nos tocaba caminar hasta el aeropuerto alrededor de una hora y llegábamos con lodo hasta los tobillos”.
Detrás del volante es todo un experto. En el trayecto la seguridad es su prioridad por lo que la velocidad es baja, incluso porque se debe tener cuidado con las especies como las aves y las iguanas que se pueden cruzar en la vía. “La disposición es que conduzcamos a 50 kilómetros por hora, especialmente en las zonas en donde existe mayor proliferación de aves. Además tenemos la obligación de reducir la velocidad y pitar si vemos un pájaro en la vía”.
Nuestro compañero ingresó a la Empresa el 1 de febrero de 1987 cumpliendo las labores de un estibador. “Trabajé en las bodegas durante tres años y luego pasé ya a ser el conductor”.
Su horario de trabajo se inicia a las 06:30 (hora de Galápagos), después de timbrar se sube al bus con el que pasa recogiendo a sus compañeros para llevarlos al muelle, los acompaña en el barco que los lleva a Baltra en donde transporta al personal y a los pasajeros hasta el aeropuerto.
Lo más difícil de su trabajo, cuenta, es cuando los pasajeros se enojan porque les toca hacer fila para subir al bus, sin embargo, su paciencia ha sido fundamental para apaciguarlos y conducirlos hasta su destino. En el día realiza alrededor de tres viajes entre el aeropuerto y el muelle.
Actualmente se acogió al proceso de jubilación pero aclara que trabajará hasta el último momento en la Empresa que significa su todo y con la que está muy agradecido.
Ramón Viterbo Salinas Franco